lunes, 9 de noviembre de 2015

Virus: Hepatitis A

¿Qué es?


La Hepatitis A es una enfermedad infecto contagiosa de distribución mundial, que se presenta en forma esporádica o epidémica con ciclo estacional y, en la que se reconocen tres patrones epidemiológicos: endemicidad elevada, intermedia y baja o muy baja. En Chile, se presenta en forma de endemia intermedia, donde la circulación del virus es menor, pero suficiente para provocar episodios epidémicos con características cíclicas, la mayor parte de las infecciones ocurren en niños mayores de 5 años y adolescentes, quienes con frecuencia presentan manifestaciones clínicas.

El virus de la hepatitis A permanece estable en el ambiente durante meses. Es inactivado al cocer los alimentos a una temperatura mayor de 85ºC - 90ºC por al menos 4 minutos o desinfectando las superficies contaminadas con hipoclorito de sodio a una dilución de 1% (una cucharada de cloro por litro de agua).

Modo de transmisión


Hepatitis A: de una persona a otra vía fecal-oral (ciclo corto) o por una fuente común debido a la ingesta de agua o alimentos contaminados (ciclo largo). Las verduras que crecen a ras de suelo y los moluscos crudos o mal cocidos, son unos de los alimentos más frecuentemente implicados en su transmisión.

Síntomas

Descripción Clínica Enfermedad aguda que se presenta con compromiso del estado general, fiebre, náuseas, dolor abdominal, ictericia y sensibilidad del cuadrante superior derecho, acompañado de alteraciones de las pruebas hepáticas y elevación de las enzimas hepáticas, aunque existe una gran cantidad de casos subclínicos o anictéricos, especialmente en niños menores. La severidad del cuadro de hepatitis A aumenta con la edad, siendo los grupos más susceptibles los escolares, adultos jóvenes y personas de nivel socioeconómico alto debido a su escasa exposición al virus en la niñez. La hepatitis sintomática ocurre en menos del 10% de los menores de 6 años, en 40-50% entre los 6 a 14 años y 70-80% de los mayores de 14 años.

Mecanismos de Prevención

  • Educar a la población para lograr un buen saneamiento e higiene personal, con especial énfasis en el lavado de manos con jabón y la eliminación sanitaria de heces.
  • Disponer de agua potable para consumo humano.
  • Eliminar las aguas servidas, a través de un sistema de alcantarillado público o por sistemas particulares, tales como las fosas sépticas o letrinas sanitarias.
  • Manipular los alimentos de manera higiénica.
  • Los mariscos o crustáceos se deben cocer a temperaturas de 85ºC a 90ºC durante al menos cuatro minutos, antes de ser consumidos.
  • Las normas administrativas de las guarderías infantiles deben insistir en las medidas que permitan reducir al mínimo la posibilidad de transmisión fecal-oral, incluido el lavado minucioso de las manos después de cada cambio de pañales, antes de comer o dar de comer a los niños.


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